miércoles, 9 de diciembre de 2009

Primera Entrada

Primera Entrada

Jacqueline Calderón Hinojosa



Breve resumen de Heidegger

Lo siguiente será un breve trabajo expositivo y una posible interpretación de lo que podemos encontrar en “Hölderlin y la esencia de la poesía”.

En este texto parece plantearse como uno de los objetivos, entre otros más que dependerán de los propósitos para los que éste sea leído; encontrar la esencia de la poesía, por supuesto a lo largo de su lectura podrían hallarse muchas otras cosas más que conforman el pensamiento de Heidegger.

Al iniciar se propone la idea de “palabras guía” que pretenden ayudar a esclarecer la cuestión.

En la primer de éstas, Heidegger se pregunta por qué la poesía es la más inocente de todas las ocupaciones. Trata de suponer el por qué Hölderlin pensaba esto. La explicación que encuentra para ello es que se trata de un juego sin complicarse, para él, en la poesía vemos la invención de un mundo y es precisamente por esto que se habla de un mundo imaginario. “Poetizar es por ello enteramente inofensivo”.

Sin embargo, encuentra que ello acarrea el hecho de ser ineficaz “puesto que queda como un hablar y decir. No tiene nada de la acción que inmediatamente se inserta en la realidad y la transforma”. Precisamente al permanecer en un terreno de lo imaginario, es difícil que pueda trascender al mundo de lo real, queda como aparente lenguaje sin mayores implicaciones. Por supuesto, con sólo esto no se puede determinar la esencia de la poesía, pero de menos nos permite saber dónde iniciar la búsqueda de ésta, después de todo “la poesía crea su obra en el dominio y con la materia del lenguaje”.

Lo anterior nos lleva a la concepción que para el autor se encuentra en Hölderlin, y que a la vez conduce al análisis de la segunda palabra guía.

Si bien la poesía resulta en la más inocente de todas las ocupaciones, el dominio de ésta viene siendo el más peligroso de los bienes, a saber, el lenguaje. Lo anterior nos invita a indagar respecto a otras preguntas más.

La palabra “está en el bosquejo de una poesía que debe decir quién es el hombre a diferencia de otros seres”. El hombre debe entonces mostrar lo que es, y con ello su pertenencia a la tierra. Parece que con ayuda de la palabra, el lenguaje y por supuesto, la poesía, puede lograr dicha labor. Mediante la creación del mundo se presenta la manifestación de pertenencia. Y la creación de un mundo implica el acontecer de algo, en este caso el acontecer como historia, y la parte fundamental se encuentra en el habla. Es decir, el habla es la condición de posibilidad para la creación de un mundo, o por decirlo de otra forma, ser testigo el hombre de los acontecimientos de su especie.

Heidegger esclarece un poco más la cuestión en las siguientes líneas: “Para que sea posible esta historia se ha dado el habla al hombre. Es un bien del hombre”.

Si bien “el habla es el primero (instrumento) en garantizar la posibilidad de estar en medio de la publicidad de los entes, sólo hay mundo donde hay habla” Debemos tener en mente que “sólo donde rige el mundo hay historia”.

Así, garantiza el habla que el hombre puede ser históricy, y es aquello lo que lo convierte en un bien.

Parece que es por esta misma posibilidad creadora del mundo por lo que a su vez resulta en un bien peligroso. Se trata de lo que primeramente permitirá se configuren una serie de condiciones que posibilitan el error del ser y la périda del mismo.

Pero la esencia del habla radica en ser diàlogo, lo que nos dirige a considerar que dado que el ser del hombre se funda en el habla, el hombre es diálogo por consiguiente, he aquí nuestra tercera palabra guía. Significa que podemos oírnos mutuamente, lo que conforma la unidad que sirve como portador de nuestra existencia, y esto va relaciona con la idea de un ser histórico. Por lo que “ser un diálogo y ser histórico son ambos igualmente antiguos, se pertenecen uno a lo otro y son lo mismo”.

Ahora esto nos debe colocar en el horizonte de posibilidad para la inserción de la cuarta palabra. “el poeta como fundador de lo que permanece”.

Dado que “la poesía es instauración por la palabra y en la palabra” se instaura, por medio de aquél donde encuentra la palabra, lo permanente. La poesía posibilita el fundamento de la existencia humana, ya que se mueve en el diálogo y no parece haber mejor ejemplo de acontecer del lenguaje. Es en el lenguaje donde la poesía se ve en posibilidad para la acción; a su vez es la poesía la que hace posible el lenguaje. A primera vista parece como si no pudieran ser separadas la una de la otra.

A pesar entonces de parecer un juego inocente, desdeñaríamos las propiedades que en ella misma se concentran pues la poesía es el punto donde “los hombres se reúnen sobre la base de su existencia” sería tanto como tomar la existencia humana como un mejor juego imaginativo y nada más. Con todo lo anterior es fácil ver por qué se le denomina como un bien peligroso, todo radica en el hecho de que “poéticamente el hombre habita esta tierra”.

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