jueves, 3 de diciembre de 2009

EL LENGUAJE Y LO SOCIAL

Pérez Ramírez José Eduardo.

PRIMER POST

El lenguaje y lo social
Sobre L. Wittgenstein

Lo social está atravesado por el lenguaje, éste, ya con Cassirer, manifestado en lo simbólico compone la realidad. Ya de suyo, podría resultar impensable un lenguaje despojado de la sociedad. Estar despojado de la sociedad es estar despojado de la realidad humana. Sólo podemos hablar de una relación entre expresiones y sentidos, y en esta medida hablar de una realidad significativa o humana.
Todo código a descifrar, es un lenguaje a leer, a hablar. Estamos subordinados a una semántica, y ésta lo está de nosotros.
El pensamiento del lenguaje resulta inagotable. Es una condena y una libertad. Ludwig Wittgenstein en sus Investigaciones Filosóficas nos dice que del lenguaje se derivan funcionales en las cuales se inserta el ser humano. Tan sólo somos jugadores en un campo preestablecido. De acuerdo a contextos es que hay diversos modos de vida, en rigor, estos se deben al modo o juego en el cual se insertan.
De esta suerte el sujeto es un límite del mundo, su pertenencia a éste no está implicada. A diferencia de encontrar, como en el positivismo lógico, una correspondencia y una necesidad de ésta entre lenguaje y mundo, para Wittgenstein no existe tal isomorfia.
Por esta razón nada es propio al sujeto. No hay semánticas fuertes y formales. Entendido lógicamente, si el sujeto no importa, el problema de la vida tampoco importa, y como la vedad depende del sujeto, entonces tampoco importa el problema de la verdad. Así, nada pertenece al sujeto o a la verdad.
Existe en el mundo el integrante de un juego. El integrante es el sujeto. Éste se debate en el juego llamado modos de habla.
Wittgenstein reconocía la dependencia al lenguaje, quizás por apetencia de dar cuando menos un papel autoextraído por parte del sujeto hacia el lenguaje, concebía al sujeto en alguien inmerso en un juego donde ya de suyo el sujeto mismo está extraído y es, pues, un jugador y no el juego.

Parte de la vida de Wittgenstein, si revisamos su biografía, fue dura. Parte de su pensamiento se expone bajo la afirmación de una necesidad de ayuda, de soledad y tristeza. Esa cierta condena experimentada por él mismo, podemos argüir que fue reflejada en la concepción vacía del sujeto: en la condena que experimenta el sujeto mismo por parte del lenguaje. No somos más que jugadores en modos de habla, en lo social.
Al sopesar el pensamiento de Wittgenstein con La construcción social de la realidad de P. Berger y T. Luckmann, encontramos que precisamente la realidad se construye socialmente. Para estos últimos autores la realidad se manifiesta en las diversas semánticas que se ofrecen contextualmente. Sólo nos apropiamos de la realidad mediante conceptos. El papel del sujeto aquí es pasivo aunque diríamos que también activo en tanto que integrarse a un juego. La realidad no siempre depende de uno, no la podemos hacer desaparecer, pero podemos entrar al juego de la construcción social a través del lenguaje.
Para concluir podemos citar a Paul Ricoeur en un artículo aparecido en Esprit en 1961, titulado “Civilización universal y culturas nacionales “nos dice:

La humanidad, tomada como un cuerpo único, ingresa en una única civilización planetaria que representa a la vez un progreso gigantesco para todos y una tarea aplastante de supervivencia y adaptación de la herencia cultural a ese nuevo aspecto. Todos experimentamos, en grados diferentes y aspectos variables, la tensión entre la necesidad de ese acceso y ese progreso y la exigencia de salvaguardar nuestros patrimonios heredados.


Con esto tenemos el camino del lenguaje a las ciencias sociales.

1 comentario:

Kenneth Moreno May dijo...

Hayy una cosa que no entiendo.
Tu dices "el sujeto es un límite del mundo". Esto vale para el Tractatus. Pero parece que cuando Wittgenstein cambia a su visión del lenguaje como un conjunto de juegos, su visión de tal límite cambia, ¿o no?

¿El límite del mundo ahora no es la forma de vida humana, o la visión de mundo de una cultura o de la forma de vida humana en general? No estoy afirmando que en su pensamiento maduro la subjetividad desaparezca, pero lo cierto es que ella ya no se presenta en el aislamiento del Tractatus. Decir que ella sigue siendo el límite, es mantenerla en cierto sentido aislada.

Por otro lado tu dices:
“Tan sólo somos jugadores en un campo preestablecido. De acuerdo a contextos es que hay diversos modos de vida, en rigor, estos se deben al modo o juego en el cual se insertan.”

¿Pero hasta qué punto, y mi pregunta proviene de una legítima inquietud, no es al revés?

¿Hasta qué punto los diferentes juegos de lenguaje no responden a las actividades que realizamos en nuestra forma de vida, a nuestros intereses vitales? primero estarían nuestras forma de vida (o nuestra forma de vida humana) y las actividades propias de ella, después vendrían los juegos de lenguaje como herramientas de esas actividades. No estoy postulando una primacía histórica, esa hipótesis no se encuentra en Wittgenstein, sino una primacía conceptual. Tal vez ninguno de los dos (ni la forma de vida ni los juegos) tiene la primacía sino que hay que entenderlos como una unidad que interactúa consigo misma....

No estoy diciendo que podamos inventar juegos nuevos simplemente a voluntad, pero no creo tampoco que Wittgenstein diga o sugiera que estamos presos en un campo preestablecido de juegos.

Un saludo fraterno