miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cuarta Entrada

Cuarta Entrada
Jacqueline Calderón Hinojosa

Wittgenstein, Investigaciones

En esta ocasión me apoyaré en las Investigaciones Filosóficas; dejo abierta, y no entraré en discusión respecto a si existe o no una clara división entre la teoría plantada en el Tractatus y las Investigaciones.

Tenemos entonces como tesis básica que el uso determina el significado de la palabra el uso debería ser entendido como contexto en el que se sitúa el individuo a partir de una red de relaciones funcionales. Por o tanto, hacer uso de una palabra implica entrar en lo que llamaremos el juego del lenguaje; el cuál deberá entenderse en un sentido más amplio al ero uso de un determinado idioma, por el contrario, ya no se toma en cuenta esta particularidad, se involucra el sujeto en un contexto cultural y todo lo que ello implica. Todo lo anterior será lo que dote de sentido.

Cuando referimos al juego del lenguaje debeos entender aquello que se conforma por redes de relaciones y reglas. El contexto es lo que posibilita el significado de las palabras.

Acercándonos ahora a la idea de verdad y debido a los supuestos de los que ahora parte Wittgenstein nos resulta imposible hablar como en otros filósofos de algo como la Verdad; esta palabra deberá ser sustituida por lo “correcto” lo que se adecua o resulta en cierta forma funcional.

Ya no hay algo de lo que pueda decirse es universalmente verdadero, sino de aquello correcto que se adapta a un contexto, lo que posibilita una mejor red de relaciones.

Con todo lo anterior es que se sostiene la idea de que un lenguaje en uso significa asumir una forma de vida. Recoger un contexto, lo que implica asumir y utilizar ciertos símbolos, así como asumir de igual forma conductas que correspondan a una forma de sociedad se piensa a través del lenguaje.

Así el lenguaje en el contexto de las investigaciones podría ser definido como un juego que ayuda a comprender, por medio del cual es posible pensar. Pero a su vez esto nos lleva a considerar la forma pragmática de ver el pensamiento, ya que por medio de éste contemplamos la posibilidad de que no se consideren más las esencias, por lo mismo no se puede hablar en términos de verdad sino de funcionalidad que conlleva a lo que es o no correcto. Es decir, algo es correcto porque funciona y esto por el contexto en donde surgen determinadas configuraciones que permiten dicha funcionalidad. Se trata de que sumergirse en un lenguaje es lo mismo que sumergirse en un contacto y no se trata de trasladar un lenguaje a otro, ya que sería como llevar un mundo a otro y pretender que encajen a la perfección.

Como podemos apreciar en este punto central en Wittgenstein la relación que encontramos con Vico (para no dejar tan abandonado el trabajo anterior) es bastante notoria. Si bien en Vico también el contexto, la cultura misma conforman el eje central para un estudio y el lenguaje cumple con una función auxiliar para el buen estudio de esto, recordando que la historia es la ciencia principal. Si bien en Wittgenstein no tenemos estas pretensiones de un estudio del pasado si podríamos deducir que podría servir como herramienta al igual que Vico lo plantea, pues por medio del lenguaje es como podremos ingresar a la cultura, según Vico, y según Wittgenstein es gracias a la cultura que podemos comprender y significar dentro de estos juegos del lenguaje, lo que en ambos casos pareciera, aunque tomando distintas direcciones a un mismo punto en esencia. Por supuesto, las preocupaciones de cada autor son distintas y responden a las problemáticas de su época, pero no podría dejar de notarse esta comparación entre ambos.

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